No se puede escapar ni dejar de lado lo ocurrido el pasado domingo. Lo que debía ser una jornada de fútbol, de amistad, de apoyo, de diversión casi termina en tragedia por ciertas irresponsabilidades.

Ya deben conocer lo ocurrido, no hace falta describir el hecho ni opinar al respecto. Solo ponerse a reflexionar.

El club, el fútbol, la pasión del hincha y el deporte en sí son actividades saludables; siempre y cuando se practique como se debe, se aliente de la manera adecuada y se viva con respeto.

¿Cuál será el límite? Sin dudas tiene que ser este. Lo ocurrido días atrás tiene que servir de ejemplo, tiene que servir para tomar conciencia, para darse cuenta que en un segundo se puede causar una tragedia.

Y ahora pregunto… ¿Un partido de fútbol es más importante que la vida de una persona? Sin dudas todos coincidimos en la respuesta, o eso espero.

Últimamente las rivalidades son cada vez más peligrosas y se vive incitando a la violencia en cada cancha, en cada partido. Es momento de pensar, de reflexionar. En lugar de ese policía que hoy se transformó en víctima de este hecho horroroso podría estar tu hermano, tu amigo o hasta vos mismo.

Es difícil cambiar la pasión, el sentimiento o la adrenalina que genera el fútbol. Pero si se puede cambiar la manera de pensar, de actuar, de vivir.

Tristemente un domingo de cancha casi le roba la vida a una persona que cumplía con su trabajo. Parece una locura, pero desafortunadamente es la realidad.

“Un estadio se convierte en un campo de batalla cuando la pasión pierde el control”

Juan Pablo Gandino

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No se puede escapar ni dejar de lado lo ocurrido el pasado domingo. Lo que debía ser una jornada de fútbol, de amistad, de apoyo, de diversión casi termina en tragedia por ciertas irresponsabilidades.

Ya deben conocer lo ocurrido, no hace falta describir el hecho ni opinar al respecto. Solo ponerse a reflexionar.

El club, el fútbol, la pasión del hincha y el deporte en sí son actividades saludables; siempre y cuando se practique como se debe, se aliente de la manera adecuada y se viva con respeto.

¿Cuál será el límite? Sin dudas tiene que ser este. Lo ocurrido días atrás tiene que servir de ejemplo, tiene que servir para tomar conciencia, para darse cuenta que en un segundo se puede causar una tragedia.

Y ahora pregunto… ¿Un partido de fútbol es más importante que la vida de una persona? Sin dudas todos coincidimos en la respuesta, o eso espero.

Últimamente las rivalidades son cada vez más peligrosas y se vive incitando a la violencia en cada cancha, en cada partido. Es momento de pensar, de reflexionar. En lugar de ese policía que hoy se transformó en víctima de este hecho horroroso podría estar tu hermano, tu amigo o hasta vos mismo.

Es difícil cambiar la pasión, el sentimiento o la adrenalina que genera el fútbol. Pero si se puede cambiar la manera de pensar, de actuar, de vivir.

Tristemente un domingo de cancha casi le roba la vida a una persona que cumplía con su trabajo. Parece una locura, pero desafortunadamente es la realidad.

“Un estadio se convierte en un campo de batalla cuando la pasión pierde el control”

Juan Pablo Gandino

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