En el programa radial Una Mañana de Locos, emitido hoy, la joven vecina de S. M. Lapisur, Anabel, relató una historia que ha dejado a toda la comunidad sorprendida y alarmada. La joven contó cómo en la búsqueda de su mascota, un perro galgo llamado Toto, fue víctima de una insólita y tremenda estafa.

Según explicó Anabel a Rodrigo Torrez, todo comenzó el miércoles a la noche cuando un supuesto sobrino del criador de Toto se presentó en su casa a los gritos, diciendo que buscaba al animal porque debían ir a cazar al otro día temprano “Toto es manso, conocido acá en el pueblo, está acostumbrado a ir y venir, amigos o familiares de “kelele”  solían llevárselo a cazar. Me dio muchos datos, así que yo confié” decía la joven.

Sin embargo, esa confianza se desmoronó cuando, tras comunicarse con el criador, se dio cuenta de que nadie había enviado a buscar a Toto y que la historia empezaba a tornarse sospechosa.

La joven decidió entonces activar distintas estrategias para encontrar a su mascota: realizó publicaciones en Facebook, contactó a medios de la zona, recorrieron el pueblo con una amiga también rescatista del animal. La búsqueda parecía no tener fin hasta que, de repente, surgió un perfil en las redes sociales de una mujer que aseguraba tener información sobre Toto y pedía un número de teléfono para comunicarse.

Fue así como Anabel y su amiga lograron establecer contacto con esa supuesta mujer, pero lo que parecía ser la solución terminó convirtiéndose en una pesadilla. Desde el otro lado de la línea, la desconocida utilizó un método típico de estafa: fingió interés y empatía, pero en realidad buscaba sacarles dinero sin tener ninguna información real del perro ni de su situación.

La historia de Anabel y Toto revelan una problemática cada vez más frecuente en el interior, donde las estafas por redes sociales afectan no solo a adultos sino también a jóvenes y familias enteras que a veces suelen vender cosas o comprar, o como en este caso dar con una mascota perdida, aprovechándose del momento de angustia.

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